La realidad que estamos viviendo en estos días ha cambiado abruptamente todo el contexto y la práctica profesional que nos caracteriza, la estrecha relación con las familias, la mirada a los ojos, la sonrisa, el contacto y también el abrazo que dábamos por sentado. De un día para otro, surgió la necesidad de crear nuevas formas de actuar e intervenir, para estar presentes con nuestras familias cuando más nos necesitan.
Por lo tanto, asumimos que un nuevo modelo de monitoreo e seguimiento de distancia es un desafío mayor. Siendo teletrabajo, hacemos contactos diarios con las familias por teléfono o video-llamadas, ofreciendo el apoyo psicosocial que necesitan: el manejo de un torbellino de emociones, incertidumbres e inseguridades que se experimentan en el presente y en relación con un futuro desconocido; la creación de nuevas rutinas de acuerdo con las necesidades de cada familia, para que los niños se sientan seguros, protegidos y con sus necesidades garantizadas; y la necesaria activación del apoyo social y los mecanismos de apoyo de los padres en respuesta a las situaciones de crisis que se nos presentan todos los días.
Pasamos de familias que caminaban en un ajetreo diario (con dos o tres trabajos de los padres para garantizar el sustento de sus hijos), a familias con tiempo…: tiempo para estar, tiempo para escuchar, tiempo para construir, tiempo para jugar, tiempo para amar y tiempo para ser. ¡Es un momento de oportunidad para todos nosotros y este es el mensaje que llevamos a cada familia! Criar y educar a nuestros hijos siempre ha sido un desafío para los padres, así que aprovechemos la oportunidad para transformar este momento en un tiempo de calidad en nuestras familias y para reenfocar y fortalecer los lazos… Porque “lo esencial es realmente invisible para los ojos”: dejemos que el amor llegue a su mayor expresión.
Esta es nuestra misión todos los días: que estemos presentes, solo a una llamada de distancia, proporcionando estrategias para el ejercicio de ser padres más conscientes, con resultados cada vez más positivos y con el respaldo de esta estrecha relación, en la confianza y seguridad de que las familias saben que tienen a alguien en quien confiar.
Ana Ramos