Durante la Cuaresma, desde el miércoles de ceniza y hasta el próximo domingo de resurrección, os hemos invitado a través de nuestras redes sociales a escuchar, saborear y meditar cada evangelio como una canción que nos invita a vivir con-pasión.
El evangelio que nos acompañaba en el inicio de cuaresma era como una señal en la puerta de un templo o de un museo pidiendo silencio: “Cuando socorras a alguna persona necesitada, no lo pregones a bombo y platillo (…) Cuando oréis, no hagáis como los hipócritas, que son muy dados a orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles (…) Tú, cuando ores, métete en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí a solas contigo”.
Así como hacemos silencio para escuchar las canciones más íntimas de un concierto, en las próximas seis semanas te proponemos escuchar, saborear y meditar cada evangelio como una canción que nos invita a vivir con-pasión.
Con el mismo espíritu y vocación de escucha llegamos a la Semana Santa.