Al reflexionar sobre lo que estoy viviendo estos días me siento igual que cuando era niño y mis padres nos llevaban de excursión a la playa.
Al principio estaba hasta contento porque empezaba una nueva aventura pero, al poco tiempo, y cuando era pequeño poco tiempo podían ser segundos, me empezaba a aburrir y preguntaba continuamente cuándo llegamos. Mi madre respondía con «dentro de poco», «ahora», pero a mí no me parecía ni poco ni, desde luego, ahora. Estas sensaciones son las que tengo en estos momentos, pero también me gustaría añadir las sensaciones de alegría y asombro cuando por fin llegábamos y veía la inmensidad del mar que no tenía fin.
Para entretenernos durante el viaje, mi madre nos contaba adivinanzas y canciones. Hoy me acuerdo de la canción “Cuando yo diga no, ustedes dicen sí,…” No podemos salir, no podemos abrazarnos, no podemos despedirnos, no podemos …Yo me propongo cambiarlo por sí. SI podemos contemplar desde nuestra ventana el cielo azul, las nubes. SI podemos aprender a vernos y mandar besos y abrazos con nuestra mirada o, como en la película “Avatar”, entender por fin que significa decir: te veo. SI podemos emocionarnos, llorar y rezar por tantas personas que enferman y mueren.
Hoy he encontrado muchos más sí que no.
También quiero que, mientras dure este viaje, mi madre desde el cielo continúe entreteniéndome y proponiendo adivinanzas. “Veo, veo, que ves” y decir que en nuestros colegios veo cercanía, compañía, escucha entre nuestros educadores, alumnos y familias. Veo que estamos aprendiendo lecciones vitales que nunca olvidaremos.
Ahora mi familia marista está de viaje. No sé muy bien si ya estamos subiendo el puerto o ya estamos cerca del mar. Empieza a oler como solo huelen mis recuerdos de la infancia de mar, eucaliptos, lluvia… y siento que en este viaje tampoco puede faltar una oración a San Cristóbal y a María para que nos acompañen y nos den un buen viaje.
¡Ánimo! Pronto veremos las olas y haremos castillos en la arena.
Un abrazo,
H. Salvador Hidalgo
Coordinador del Consejo de Misión