El día 4 de julio celebramos en el colegio de Lisboa la Profesión Perpetua del H. Rui Pires. Un punto y seguido en su camino de hermano y en su «pasar por la vida haciendo el bien» y una fiesta de la fraternidad para todos los que somos peregrinos a su lado.
Rui conoció a los maristas en los campamentos de Vouzela, y, desde entonces, han sido muchas las experiencias que le han ayudado a crecer y a repartir fraternidad entre los jóvenes. Gracias a su sensibilidad y sonrisa abierta se ha ganado el cariño de las personas con las que ha convivido. Y el recuerdo que tienen de él en las comunidades y colegios en los que ha estado, lo dice todo: un hermano joven que irradia vitalidad, alegría y compromiso en la misión, y que teje relaciones de familia a su lado.
La celebración de la profesión fue un momento para trasmitir nuestra cercanía y agradecimiento a su familia. Pues los valores que ahora se reflejan en su persona, nacieron en las primeras vivencias familiares. Y en las situaciones difíciles, siempre está el apoyo de los padres que da fuerzas para superarlas. En este día compartido ofrecimos las puertas abiertas de la gran familia marista, de la que ahora forman parte.
Todos los hermanos que participamos en esta celebración, nos sentimos interpelados por la valentía y generosidad del hermano que profesa. Después de tantos años desde que celebramos la nuestra, puede que la rutina y las responsabilidades disminuyan las exigencias de nuestro compromiso. Ser testigos de la entrega y de la vitalidad de un hermano joven, nos motiva a mejorar nuestra respuesta.
Y que nosotros podamos corresponder y dar a Rui motivos para el compromiso y la esperanza, con la ayuda de Dios.
H. Tomás Briongos, Provincial.