El 15 de enero de 2021 se celebraron, online, las “Jornadas Pedagógicas Maristas”, bajo el lema “Educar en tiempos de pandemia: de la incertidumbre a la esperanza”.
Durante la mañana, los educadores maristas y otros invitados reflexionaron sobre el impacto de la pandemia en la vida emocional de los jóvenes, bajo la guía de dos especialistas invitados: el Doctor Pedro Caldeira da Silva, pedo-psiquiatra, y la Profesora Luísa Campos, de la Faculdade de Educação e Psicologia de la Universidade Católica Portuguesa. La tarde completó el programa con las intervenciones de los Gabinetes Psicopedagógicos del Externato Marista de Lisboay del Colégio Marista de Carcavelos.
El Doctor Pedro Caldeira da Silva, al hablar sobre el impacto de la pandemia en la vida emocional de los más jóvenes, consideró que es fundamental poner en perspectiva todo lo que sucede, para poder enfrentar la realidad. A pesar de la advertencia dejada sobre los efectos negativos del estrés tóxico en la infancia, destacó que el miedo y el estrés son emociones importantes para crear resiliencia en cada persona. Por otro lado, los sentimientos de aburrimiento y soledad pueden ser herramientas para descubrir la identidad y promover la creatividad.
En su comunicación, el pedo-psiquiatra argumentó que los jóvenes necesitan adultos de referencia para situarse y comprender el mundo que les rodea, sus peligros y sus virtudes. En este sentido, educadores, padres y maestros, deben ser personas empáticas y modelos de equilibrio.
La Doctora Luísa Campos centró su comunicación en la importancia de la inmunidad psicológica, basada en sólidos pilares sociales. En su opinión, es saludable que los jóvenes, con la ayuda de los educadores, desarrollen habilidades esenciales, como el autoconocimiento, el autocontrol, la conciencia, las relaciones sociales y la capacidad de tomar decisiones. Se pretende así que los jóvenes sean autónomos, resistentes y capaces de resolver problemas.
Después de haber mencionado algunos de los problemas causados por la pandemia en los jóvenes, destacó el impacto positivo que los padres y maestros pueden tener en sus vidas y rutinas, considerando que las conversaciones tranquilas son parte de la prevención de disturbios emocionales. También sugirió que centrarse en el corto plazo es una posibilidad de controlar la ansiedad en este momento pandémico.
La intervención de las psicólogas Vera Almeida y Rita Vilhena, del Gabinete Psicopedagógico del Externato Marista de Lisboa, se basó en los resultados de una encuesta realizada a estudiantes, docentes y padres sobre la pandemia vivida en el contexto escolar. Con base en los resultados obtenidos, los psicólogos concluyeron que los efectos negativos no son muy visibles, pero hay toda una masa emocional que se encuentra sumergida, donde es necesario bucear con mucha atención y cuidado, utilizando un diálogo cercano, informal y presente.
La psicóloga Marta Malheiro, del Gabinete Psicopedagógicodel Colégio Marista de Carcavelos, desde la observación de la realidad, reflexionó sobre el bienestar en tiempos de pandemia, reconociendo que la ansiedad es un fenómeno ineludible. Pero destacó la otra cara de la actualidad: la valoración social de la escuela y la apreciación de los profesores. En su intervención mencionó algunas actitudes importantes para una mejor experiencia y convivencia en estos tiempos: atención a la persona, trabajo en equipo, resiliencia y esperanza, entre otras.
Estas Jornadas fueron una oportunidad para la reflexión y el intercambio entre educadores. Uno de los mensajes más fuertes de esta reunión se resume en la palabra “cariño”. El educador puede definirse a sí mismo como un cuidador, alguien que se cuida a si mismo y asume la responsabilidad de cuidar a los jóvenes. La educación, que es semilla de esperanza y acto de fe, es siempre una locura de un educador.
Eurico Santos y António Estanqueiro