Nuestra Fundación lleva su nombre. Montagne nos ayuda a recordar que los maristas de Champagnat nacimos de una experiencia de compasión y compromiso con la infancia en situación de necesidad. En los Montagne de hoy, como en los orígenes, encontramos nuestra razón de ser. A las necesidades y derechos de estos jóvenes estamos llamados a dar respuesta.
¿Quién es hoy Montagne para mí?
Así respondemos desde el patronato de la Fundación Montagne:
“Montagne para mí, hoy, son todos los niños y niñas a los que educamos en nuestras obras que a veces están también muy necesitados, no solo de cosas materiales, sino también de tiempo, de dedicación y atención, incluso de cariño. También lo son esos otros niños y niñas que por haber nacido en otro lugar del mundo con condiciones menos favorables merecen la misma dignidad, respeto y oportunidades.” Belén Salas
“Montagne, hoy, son los niños y niñas que necesitan cuidado, atención y cariño. Son los chicos y chicas que quieren aprender, y jugar juntos, y disfrutar de la vida. Son los chavales y chavalas que esperan ser amados, compartir la alegría y crecer por fuera y por dentro. Son los jóvenes que desean ser acompañados en la búsqueda del sentido de su existencia.” Federico A. Carpintero
“El adolescente enfadado con la vida, tutelado por la administración porque su familia biológica no puede… La muchacha que ha visto y sufrido cómo su madre era maltratada por aquel a quien llamaba papá… El joven extranjero que, aun con escasos recursos intelectuales y económicos, está casi siempre sonriendo… Las niñas recién llegadas de lejos, de la mano de su madre, en busca de una tierra que las acoja, donde se sientan seguras… El niño que no puede jugar con otros de su edad, porque debe quedarse en casa a cuidar de su hermano pequeño, mientras la madre sale a trabajar… La chica que no sabe quererse y se autolesiona… Todos ‘los Montagne de hoy’ son de carne y hueso, tienen rostro y nombre.” Raúl Blanco
“Estoy viendo las noticias en la televisión y, un día más, aparecen las imágenes de cayucos llenos a rebosar de personas, hombres, mujeres, niños, adolescentes, jóvenes, desorientados y a la búsqueda de un mundo mejor… De vuelta del mercado, encuentro a la pareja de jóvenes, ya habituales, saludando a la gente que pasa, con un letrero delante de ellos que dice: “Aceptamos comida”… Por el parque, a media mañana, camina solo y sin rumbo, con la mochila al hombro, alguien que a esas horas tendría que estar en el colegio o el instituto…Son ejemplos que forman parte del ambiente y del paisaje de nuestra época, personas que van de aquí para allá porque, seguramente, no tienen un hogar o un sitio concreto al que ir. Son los Montagne de este tiempo.” Carlos Robla
“Lo importante de la experiencia Montagne para Marcelino Champagnat es que percibió la necesidad de un joven, sintió compasión, eso le conmovió el corazón y se implicó para cambiar esa situación. Cada vez que esto nos pasa a nosotros, como a Marcelino, ante necesidades de personas, del mundo, de la naturaleza y la tierra, situaciones de necesidad o injusticia,… es la experiencia Montagne para cada uno de nosotros. Me parece fundamental la compasión y el compromiso.” Máximo Blanco
¿Quién es hoy Montagne para ti?