Rubén Galego (profe del colegio Maristas El Pilar de Vigo) y Silvia Martínez (profe del colegio Marista Castilla de Palencia) están participando en las Comunidades Internacionales “Lavalla200>”. Si quieres saber en qué consiste este proyecto, el proceso y esta experiencia de vivir en una Comunidad Marista mixta, ellos nos lo cuentan muy bien con sus propias palabras y en el video que tenéis al final de la noticia.
Se han ido nada menos que a Australia para participar de esta experiencia aceptando un compromiso de 3 años, formando parte de la Comunidad de Mount Druitt, Sydney, en Nueva Gales del Sur. Llevan ya casi dos meses, ayudando, por las mañanas, a alumnos de Secundaria. Prestan colaboración en el centro Marist Learning Zone (MLZ) que es un proyecto educativo de la diócesis para los centros católicos. Reciben alumnos con diversas dificultades para los que la asistencia y desarrollo ordinario escolar se hace complicado. Este alumnado es derivado desde los centros educativos a MLZ para trabajar de manera más individualizada, de forma fundamentalmente práctica, reforzando sobre todo las materias troncales y complementándolo con otros proyectos (robotics, jardinería y cocina). También se organizan puntualmente otras actividades como excursiones al zoo, complejos deportivos para favorecer aprendizajes en otros contextos.
Como parte de su misión en esta comunidad internacional del proyecto Lavalla200 también colaboran con la asociación aborigen Baabayn prestando apoyo escolar los martes por la tarde.
Así lo relatan ellos mismos:
“Ha sido un largo proceso para nosotros hasta que, finalmente, hemos podido incorporarnos a nuestra comunidad de Lavalla200> en Mount Druitt (Australia). La pandemia nos cogió al comienzo del proceso. En un principio pensamos que todo se iba a cancelar, pero el equipo de Roma sustituyó el programa de formación presencial por uno online que fue magnífico. Tuvimos que compatibilizarlo con el trabajo en nuestros colegios, también online por el confinamiento, pero el esfuerzo mereció la pena.
Nuestra incorporación a la comunidad estaba prevista para agosto de 2020, pero se tuvo que retrasar por el cierre de fronteras año y medio hasta este pasado mes de febrero.
Ahora mismo estamos muy contentos aquí. Durante el tiempo de espera mantuvimos contacto por videollamadas con nuestros “hermanos”, Lawrie (hno marista de Australia) y Fabricio (hno de Brasil). Esto ha hecho que al llegar aquí no nos sintiéramos extraños y pareciese que ya habíamos estado conviviendo previamente.
Están siendo unas primeras semanas fabulosas. Nos hemos ido haciendo al cambio de horarios, ya que aquí se come y cena antes, a conducir por la izquierda (ya tenemos incluso hasta el carnet de conducir de aquí de Australia), a la forma de enseñar y trabajar en MLZ, … Pero, sobre todo, resaltamos los momentos compartidos en comunidad con interesantes conversaciones, paseos por la montaña, playa, juegos de mesa en casa, ilusiones, retos… Ellos nos lo han puesto muy fácil, ya que desde que llegamos han estado pendientes de nosotros y de que estuviésemos bien.
Este “nuevo comienzo” juntos como familia marista global, hermanos y laicos, promete ser una gran experiencia que estaremos encantados de ir compartiendo con vosotros.”
Como dice el Papa Francisco, “la solidaridad y la fraternidad son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.”