Cerca de cien educadores de Compostela comenzaron su formación a nivel provincial en la Residencia Provincial de Valladolid y en el Colegio Mayor Gelmírez de Santiago de Compostela. Más de la mitad se iniciaban por primera vez en este aprendizaje y para el resto era ya el segundo o tercer año.
Para todos ellos la jornada fue un momento de encuentro, de convivencia, de conocer a nuevos compañeros, de volver a ver a otros con los que ya habían compartido experiencias de este tipo y constatar la dimensión educativa marista en la zona española de Compostela.
Después del Amanecer a la Vida, la actividad giró en torno a tres grandes bloques: ser educador, ser educador cristiano, ser educador cristiano marista.
Hubo momentos para la lectura y el trabajo personal; tiempos para la reflexión y el quehacer en pequeños grupos, y, al final de la jornada, palabras y expresiones como “Gier, marco de espiritualidad, desarrollo de competencias, perfil del educador, red global de escuelas maristas…” cobraron sentido y ayudaron a estos educadores a ir descubriendo la magnitud de lo que significa ser educador cristiano marista.
Todos se emplazaron para los encuentros venideros que se llevarán a cabo a lo largo del curso.