¿Cómo hacer realidad hoy la misión educativa que Marcelino Champagnat soñó hace más de 200 años? La fidelidad creativa al proyecto de Marcelino Champagnat implica definir qué tipo de persona queremos que aflore en nuestras obras educativas. El perfil de salida del joven marista trata de definir esta aspiración. Este perfil es el horizonte que nos permite poner en perspectiva el valor de lo que hacemos, potenciando todo aquello que nos acerque al logro de este perfil y reformulando y reorientando aquello que no esté suficientemente alineado con él.
Conocer e interiorizar este perfil es clave para dar consistencia y fundamento a nuestro Modelo Educativo. La escuela, en nuestra sociedad, vive tensionada por muchas demandas y expectativas del entorno (sociedad, familias, administración etc.). Necesitamos claves desde las que discernir por dónde pasa nuestra misión y cómo responder a esas demandas de manera coherente.
El perfil está estructurado en torno a 13 claves, a 13 rasgos que definen al tipo de personas al que aspiramos. Todos ellos conforman una matriz que posibilita una vida fecunda y con sentido, abierta a la fe, a los otros y a la construcción de un mundo mejor. Los jóvenes que salgan de nuestras escuelas encarnarán de formar muy diversas y personales estos rasgos, pero deseamos que en ellos, en su forma de pensar, hacer y sentir se adivine el huella o el sello marista.