“La conexión con el grupo, las risas, las conversaciones, los silencios, los paseos por la tarde, la música, descubrir el silencio, las personas, Em mim através de todos vós e nos mais variados momentos, ¡sobretudo quando nada o indicava!, ARMENTEIRA, MIRAFLORES, VOUZELA, escucharme, hacerme una nueva gran amiga con la que compartir TODO, los momentos de interioridad, la biografía del silencio, las fotografías, muchos nombres propios…”
Estas palabras y expresiones, junto con las imágenes, repletas de emoción y cariño, volvieron a tener sentido y a cargarse de significado propio el pasado jueves, día 9, durante un par de horas, para un grupo mayoritario de las personas que participaron en las dos primeras promociones del curso de “Especialista en Liderazgo y Espiritualidad Marista”. Fue la oportunidad de volver a estar con compañeros que, a partir de las tres semanas del curso y de lo vivido y experimentado en el mismo, en muchos casos se convirtieron en algo más que compañeros de claustro o de Institución.
Una jornada más de las programadas en el ELEM, eso sí, reducida en el tiempo, virtual, sin los abrazos que habrá que reservar para otra ocasión, pero intensa, a la que no le faltó ninguno de los ingredientes esenciales: el atardecer; el compartir en pequeño grupo; una ponencia a cargo de Xosé Manuel Domínguez, vitalista, ilustrada, cercana, llena de humor. Su título, CUIDANDO, fue una invitación al cuidado de uno mismo, al cuidado de los demás, al cuidado de la naturaleza, al cuidado de nuestra relación con Dios, tomando como referencia la “Laudato Sí”, el “Génesis”, el “Shabath” y uno de los dos mandamientos fundamentales, “Ama al prójimo como a ti mismo”. De forma sencilla y amena, con CUIDANDO plasmó cuáles deben de ser las características y rasgos que definan a un líder, en general, y a un líder cristiano, de forma concreta, facilitando el diálogo posterior, pródigo en cantidad y calidad, muy animado, que podría haber continuado más de lo que estaba establecido; un padlet que recogió todo lo que significó este curso para los participantes y una celebración final que nos recordó, una vez más, que somos LUZ.