24 educadores de tercer año de toda la Provincia hemos compartido en Salamanca una experiencia formativa para mirar a nuestra identidad como educadores cristianos, y que implica ser una escuela marista y cristiana.
Aunque al principio el nombre del curso puede llevar a pensar que es muy denso e intelectual, fue una grata sorpresa ver como la dinámica nos llevó a la experiencia y compartir vida. Pudimos releer nuestra propia experiencia religiosa y espiritual, reflexionar sobre la dimensión espiritual del ser humano, experimentar la libertad de expresarnos respecto del tema religioso desde la propia experiencia, acercarnos a las figuras Jesús y María como referencia de la escuela marista, comprender la escuela como comunidad que educa y la Iglesia como lugar de comunión, y reflexionar sobre el diálogo fe-cultura.
Pero sobre todo nos quedamos con los vínculos creados estos días, y la oportunidad de seguir creciendo juntos como comunidad de educadores en Compostela